Don't Say Sorry | Suko Pyramid

El protagonista también trata de rescatar a su amada de un dolor que le atormenta. Sin éxito se sumerge en la espesura del bosque donde la volverá a encontrar.

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Obra: «Don’t Say Sorry» es una canción que rescata un “pop” olvidado. Su protagonista también trata de rescatar a su amada de un dolor que le atormenta. Sin éxito se sumerge en la espesura del bosque donde la volverá a encontrar en un lugar inesperado. “Don’t Say Sorry” toma lugar en una cabaña sumergida en la espesura del bosque. El protagonista, que canta en primera persona, vuelve a su hogar a altas horas de la noche, donde se encuentra a su amada sumida en un horrible dolor del que ella misma desconoce razón u origen. Se siente avergonzada por su estado inexplicable que hacía mucho que no experimentaba, pero que había vuelto a visitarla en los últimos días y sin previo aviso. Ruborizada, pide perdón. El protagonista, sin saber cómo ayudarla, le responde «No pidas perdón, si tu dolor te abruma. Aquí siempre será bienvenido». Pero secretamente la voz de la canción se siente culpable por no poder dar fin al dolor de su querida y, peor, se siente incompetente. Esto le llevará a huir de su hogar y perderse en el bosque, dónde se volverá a encontrar con ella en un lugar inesperado... Biografía: Adrián Suchowolski. Madrid, 1998. Artista multi-disciplinar, Suko Pyramid es el nombre de su proyecto musical. Inicia Suko Pyramid con tan solo 12 años. Él compone y produce sus canciones además de dirigir sus videoclips e ilustrar las portadas de sus álbumes. Desde 2018 también toca con distintas agrupaciones y en solitario. Participó en el Monkey Week de Sevilla 2018 con Ground Control Management. Su banda se transforma y cambia de miembros, y con cada agrupación la música suena distinta. Algo que le define como artista es su constante colaboración online con músicos e ilustradores de todo el mundo. Con Max Devereaux acaba de sacar un documental sobre su colaboración y sus tres álbumes en común desarrollados a distancia entre L.A. y Madrid. Él se entremezcla entre disciplinas y su música también explora y se empapa de muchos estilos (bossa, barroco, electrónica...), aunque siempre dejando un regusto pop al final. Un pop revenido, más cercano a los 60s y 70s que a la actualidad.